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Los itinerarios gastronómicos impulsados por Paccari junto a productores locales integran turismo, sostenibilidad e historia, ofreciendo experiencias únicas en una de las regiones más emblemáticas del cacao fino de aroma. Ecuador refuerza su liderazgo en el turismo gastronómico del chocolate a través de las Rutas del Cacao, recorridos que invitan a descubrir plantaciones, centros de interpretación y comunidades indígenas que mantienen viva la tradición chocolatera
El chocolate ya no se limita a ser un deleite culinario: hoy es también un vehículo de cultura, historia y sostenibilidad. Ecuador, considerado la cuna del cacao fino de aroma, se ha consolidado como un destino atractivo para el turismo gastronómico gracias a experiencias que acercan a los viajeros al origen de este producto milenario.
En esta apuesta destaca Paccari, la reconocida marca ecuatoriana de chocolates orgánicos y biodinámicos, que ha desarrollado las denominadas Rutas del Cacao, itinerarios que combinan paisajes naturales, saberes ancestrales y vivencias sensoriales alrededor de uno de los emblemas más importantes del país.
Uno de los principales escenarios de esta experiencia se encuentra en la comunidad de Santa Rita, en Archidona (Napo), donde en 2014 nació el proyecto «Tour del chocolate», liderado por pobladores Kichwas en alianza con Paccari. Allí, los visitantes participan directamente en las distintas etapas de la producción del cacao fino de aroma —desde la cosecha y fermentación hasta la transformación artesanal en chocolate gourmet—, en un entorno que refleja la riqueza natural y cultural de la Amazonía.
El recorrido incluye una visita al Centro de Interpretación del Cacao, donde se explica la importancia histórica y social de este fruto en la vida comunitaria. Los turistas también pueden aprender a preparar platos típicos como el maito, caminar por parcelas de cultivo que albergan petroglifos precolombinos y participar en talleres donde el cacao se tuesta, muele y mezcla con especias como canela e ishpingo, sabores tradicionales de la zona.
Más allá de su valor gastronómico, el cacao amazónico guarda una profunda huella histórica. Investigaciones dirigidas por el arqueólogo ecuatoriano Francisco Valdez, en colaboración con instituciones internacionales, demostraron la existencia de cacao domesticado hace más de 5.500 años en la cultura Mayo-Chinchipe, hallazgo registrado en el sitio arqueológico de Palanda, Zamora Chinchipe. Este descubrimiento confirmó el origen amazónico de la planta y su papel esencial en las culturas ancestrales.
Las Rutas del Cacao no se limitan a la Amazonía. También en Manabí y en la Sierra ecuatoriana, las experiencias incluyen visitas a plantaciones, talleres de chocolate y festivales internacionales que celebran la diversidad y la herencia del cacao. En todos los casos, la sostenibilidad y el comercio justo son protagonistas, al involucrar a comunidades que reciben directamente los beneficios de esta actividad.
«Visitar Ecuador a través de las rutas del cacao es mucho más que un viaje. Es descubrir una herencia milenaria, apoyar a comunidades comprometidas con la sostenibilidad y, al mismo tiempo, experimentar el sabor único que han convertido a Paccari en referente mundial», afirmó Santiago Peralta, cofundador de Paccari.