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El trading de energía es hoy esencial para gestionar riesgos, optimizar activos y aportar estabilidad en un mercado volátil. Ya no es exclusivo de bancos o grandes corporaciones, alcanza a comercializadoras, productores renovables, consumidores industriales o gestores de baterías. Su eficacia depende de contar con previsiones fiables, que anticipen precios, demanda, renovables o la meteorología. El trading es la herramienta que transforma la incertidumbre del mercado en oportunidades y resiliencia
El trading en el sector de la energía es, hoy más que nunca, una actividad clave para la rentabilidad, la gestión de riesgos y la eficiencia del sistema eléctrico. Aunque en muchas ocasiones se asocia únicamente con grandes empresas o bancos de inversión, su relevancia se extiende desde comercializadoras hasta productores renovables, pasando por consumidores electrointensivos, operadores de baterías o fondos de inversión. Entender qué es el trading de energía, quién lo realiza, con qué objetivos y por qué las previsiones juegan un papel fundamental es crucial en un contexto de mercados cada vez más volátiles y exigentes.
¿Qué es el trading de energía?
El trading de energía es la actividad de comprar y vender energía o productos derivados de la energía, es decir, electricidad, gas, derechos de emisión de CO2, garantías de origen, etc., en mercados organizados o transacciones bilaterales, con el objetivo de obtener beneficios económicos, reducir riesgos o cumplir obligaciones contractuales.
El trading no se limita a la compraventa física de energía, electricidad o gas, sino que incluye también productos financieros como futuros, opciones o swaps, que permiten asegurar precios, especular con las variaciones del mercado o cubrir exposiciones.
¿Quién hace trading?
El trading de energía ya no es terreno exclusivo de unos pocos expertos financieros, sino que abarca a la mayoría de los agentes del sector, cada uno con sus propios objetivos. Las comercializadoras buscan optimizar su posición compradora en el mercado eléctrico, equilibrando el coste de adquisición con el precio de venta a clientes para maximizar márgenes o evitar pérdidas. Los productores de energía, especialmente renovable, venden su generación en los mercados spot o mediante contratos a plazo, como PPA o futuros, y utilizan el trading como mecanismo de cobertura ante posibles fluctuaciones de precios o desvíos respecto a previsiones.
En el caso de los consumidores electrointensivos, como las industrias del acero, el aluminio o la química, la prioridad es mitigar la exposición a la volatilidad de los precios de la energía, asegurando costes predecibles a futuro. Los operadores de activos de almacenamiento de energía, principalmente baterías, hacen trading «físico» de electricidad aprovechando las diferencias de precios horarias, diarias o semanales para obtener rentabilidad, una estrategia que depende de su capacidad de anticipar correctamente las subidas y bajadas del mercado.
Por su parte, los fondos de inversión y traders financieros participan en estos mercados buscando rentabilidad.
¿Para qué se hace trading?
El trading de energía responde a una serie de objetivos estratégicos que resultan esenciales en el actual contexto de volatilidad de los mercados. En primer lugar, actúa como mecanismo de gestión de riesgos, permitiendo a los compradores cubrirse frente a precios elevados y a los vendedores frente a precios bajos. Asimismo, constituye una herramienta de maximización de beneficios, aprovechando oportunidades de comprar a precios más bajos y vender a precios más altos en horizontes temporales de horas, días o meses.
Otra de sus funciones es el arbitraje entre mercados, que permite sacar partido a las diferencias de precios existentes entre mercados, como entre los mercados spot y de futuros. También juega un papel fundamental en la optimización de activos, especialmente en el caso del almacenamiento y la flexibilidad, donde el valor proviene de la diferencia entre precios altos y bajos.
Por último, el trading es esencial para el cumplimiento contractual en PPAs o contratos bilaterales que obligan a entregar energía bajo determinadas condiciones. Sin trading, estos agentes se arriesgarían a incumplir contratos o normativas, con las penalizaciones que ello conlleva. En definitiva, el trading de energía permite transformar la incertidumbre del mercado en una oportunidad, mitigar riesgos e incluso optimizar beneficios.
¿Por qué son tan importantes las previsiones para el trading de energía?
El trading de energía no es una apuesta a ciegas, sino una actividad que se apoya en modelos de previsión. En mercados tan sensibles a factores externos como la meteorología, la evolución de la demanda eléctrica, la generación renovable o los precios de los combustibles y del CO2, contar con previsiones fiables marca la diferencia
Las previsiones permiten anticipar la evolución de los precios spot y de futuros, la producción renovable eólica y solar, la demanda eléctrica en horizontes horarios o diarios, así como la disponibilidad de interconexiones internacionales. También son esenciales para prever condiciones meteorológicas críticas, como olas de frío, calor, viento o lluvia, y para identificar escenarios de congestión o desacoplamiento entre mercados.
Sin previsiones precisas, el trading se reduce prácticamente a una lotería; con previsiones de calidad, se transforma en una herramienta de rentabilidad, gestión del riesgo y resiliencia en un entorno de alta volatilidad.
Para poder tener previsiones precisas y facilitar la toma de decisiones en trading, es necesario respaldarse en una base de datos robusta, exhaustiva y dinámica como la que aporta Alea Energy Database. Esta herramienta es una base de datos centralizada, con todos los datos de precios spot, demanda, combustibles, CO2, climatología o curvas de futuros. Estos datos se actualizan continuamente y se pueden configurar alertas para monitorizar su volatilidad. Con ella se puede hacer un análisis avanzado del mercado, comparando series históricas, medias móviles y rangos dinámicos con visualizaciones interactivas.
¿Quién debería hacer trading?
En un mercado de la energía tan complejo como el actual, prácticamente todos los actores necesitan contar, de manera directa o indirecta, con una estrategia de trading o de cobertura. Incluso aquellos que no disponen de equipos especializados pueden apoyarse en plataformas, acuerdos con mayoristas o asesores externos para gestionar su exposición al riesgo.
Las pequeñas comercializadoras, aunque no tengan un equipo de traders, pueden recurrir a este tipo de soluciones para equilibrar sus compras en el mercado y evitar pérdidas. Los promotores de renovables, aun teniendo firmados PPAs, requieren estrategias de trading para cubrir riesgos de perfil y desvíos, mientras que en proyectos sin contratos a largo plazo el trading resulta fundamental para maximizar ingresos.
Los consumidores industriales, especialmente los electrointensivos, no pueden asumir el riesgo de picos de precio inesperados, por lo que suelen combinar contratos indexados con coberturas parciales que estabilicen sus costes. En el caso de los proyectos con baterías, el trading es el núcleo de su actividad y su rentabilidad depende de prever correctamente la evolución de los precios y operar en función de esas señales.
Finalmente, los inversores y gestores de activos también necesitan estrategias de trading o de cobertura para estabilizar flujos y valorar adecuadamente sus activos en un entorno de alta incertidumbre.
La evolución del trading de energía: del riesgo a la estrategia
El trading de energía ha pasado de ser una actividad reservada a expertos financieros a convertirse en una herramienta esencial para la gestión estratégica de cualquier empresa del sector de la energía. La creciente volatilidad, la integración masiva de renovables y la incertidumbre regulatoria hacen que no participar en el mercado con una estrategia activa o de cobertura sea más arriesgado.
En este contexto, las previsiones de precios y otras variables del mercado son una necesidad. Porque, en definitiva, en el trading de energía, el conocimiento del futuro, aunque nunca sea perfecto, es la mejor defensa frente a la incertidumbre.
El papel del trading en la transición energética
Este artículo forma parte de una serie dedicada a los distintos grupos de agentes que operan en el sector de la energía. Cada entrega analiza los retos, necesidades y herramientas específicas que permiten a estos actores avanzar en un entorno marcado por la transición energética. Hasta el momento se han publicado los artículos dedicados a la industria y los grandes consumidores, a las comercializadoras, a los generadores (Utilities e IPP), a los centros de control, y a las renovables y los sistemas de almacenamiento de energía. En próximas publicaciones se abordarán otros grupos como los operadores del sistema eléctrico (TSO), y los actores vinculados a los combustibles renovables, como el hidrógeno verde, el metanol, el amoniaco o los biocombustibles.
Análisis de AleaSoft Energy Forecasting sobre las perspectivas de los mercados de energía en Europa, el almacenamiento de energía y la financiación de proyectos renovables
El pasado 18 de septiembre tuvo lugar el webinar número 58 de la serie de webinars mensuales organizados por AleaSoft Energy Forecasting. Además de la evolución y perspectivas de los mercados de energía europeos, se analizaron las perspectivas del almacenamiento de energía con baterías y del autoconsumo. También se presentaron los servicios de AleaSoft para mejorar la estrategia, gestión y planificación de las comercializadoras.
Dando continuidad al análisis de las renovables y el almacenamiento, el próximo 9 de octubre tendrá lugar el webinar número 59. En este webinar participarán, por sexto año consecutivo, ponentes invitados de Deloitte. Los temas analizados serán la evolución y perspectivas de los mercados de energía europeos para el invierno 2025‑2026, la financiación de proyectos de energías renovables y de almacenamiento de energía, las perspectivas de las baterías y la hibridación, y la importancia de las previsiones en las auditorías y la valoración de carteras.